Dos ranas saltaron dentro de un cubo de nata en una lechería.
-Más vale que nos demos por vencidas, -croó una de ellas mientras se esforzaba en vano por salir-.
Estamos perdidas.
-Sigue nadando-dijo la otra-.Saldremos de alguna manera.
-Es inútil – chilló la primera-. Es demasiado espeso para nadar, demasiado blando para saltar, demasiado resbaladizo para arrastrarse. Como de todas maneras hemos de morir algún día, mejor que sea esta noche.
Así que dejó de nadar y pereció ahogada. Su amiga siguió nadando y nadando sin rendirse.
Y al amanecer se encontró sobre un bloque de mantequilla que ella misma había batido. Y allí estaba, sonriente, comiéndose las moscas que acudían en bandadas de todas las direcciones.
Anónimo
El amor, la abundancia y la riqueza está en todas las partes, sólo es necesario que nos ocupemos de no poner barreras para que nos encuentre en cualquier lugar y momento en el que nos encontremos en ese preciso instante. Y eso sólo se puede hacer viviendo tu momento presente, para lo cual es necesario aprender a liberar las ataduras emocionales y memorias internas de nuestra historia transgeneracional y las heridas de nuestra alma.
Si escuchas con atención plena este cuento, empezarás a activar este poderoso poder del amor incondicional hacia ti misma y poder volar cada día más alto en tu empoderamiento personal del emprendimiento femenino.
Si te resuena en tu corazón, me encantará escucharte en los comentarios y darle libertad al poder de la expresión creativa.